Una jugada de autor y saber sufrir derriban la puerta de unas históricas semifinales (0-1)

La ‘7’ volvió a sacar brillo al guante en su pie derecho para poner un balón medido a Postigo que vale el primer pase a semifinales de Copa de la historia nazarí


El Granada celebra el histórico pase a semifinales de Copa de la Reina sobre el césped de Buñol | Foto: Granada CF

Laura Pérez encarga unas semifinales históricas para un Granada de Arturo Ruiz que está forjando una historia de leyenda. Otra vez un envío de la máxima asistente de Liga F desatascó un partido donde las defensas brillaban sobre los ataques, pero el libretto del gol con la ‘7’ en tus filas es mucho más fácil y bien lo sabía Postigo, que se colocó en el lugar preciso para acariciar ese centro medido de la granadina y enviarlo para dentro. Cada vez más inexplicable que la estelar temporada de la delantera granadina no se haya traducido en una llamada de la absoluta y es que el #LauraPérezSelección es un clamor y sigue reafirmándose a cada partido. Lo más difícil estaba hecho o quizá no, y es que el equipo nazarí tuvo que aguantar un auténtico asedio levantinista para poder decir aquello de ¡Sí, sí, sí, estamos en semifinales! Algo que pueden decir sólo equipos como el propio Granada, el Atlético de Madrid, el Barça y el que salga vencedor de ese Real Madrid-Real Sociedad que resta para decidir a los cuatro semifinalista. El Granada es uno de los mejores equipos de España y lo hizo con persistencia y saber sufrir. Este equipo no tiene techo y ya tiene en su haber el mejor resultado de Copa de la Reina de su historia. A seguir soñando…

Nadie dijo que hacer historia fuese fácil, aunque este Granada de Arturo Ruiz haya acostumbrado a que así parezca. En juego un billete a semifinales, un camino aún inexplorado para el conjunto rojiblanco -luciendo su equipación verde para esta cita copera tan especial- que llegó a Buñol con la ilusión y la ambición de superar esa barrera de cuartos que ya alcanzara también la edición 22/23.

Para ello, el equipo nazarí habría de armarse de paciencia en Valencia, ante un rival, el nuevo Levante UD de Ángel Saiz que, necesitado de dar un inmediato giro de guion en Liga para corregir la complicada deriva levantinista en el primer tramo liguero, tenía también muchas expectativas puestas en este partido de cuartos de final.

El partido comenzó con la tensión propia del que se sabe ante un encuentro con un premio especial, con los dos equipos tratando de tomarse la medida y tratando, sobre todo, de no cometer errores que pudieran decantar de forma prematura el encuentro de uno u otro lado. Arturo Ruiz dispuso su once de gala, el de las grandes noches, que incluye desde hace ya varias fechas la ubicación de Alba Pérez como central, esta vez formando junto a Jujuba en el eje de la zaga. Si había alguna incógnita en el once nazarí era quién sería la elegida para acompañar a Ari Mingueza en la sala de operaciones, pero el técnico madrileño dejó una pista ineludible ante el Levante Badalona dando entrada a Miku y convirtiendo a Leles en la opción que ganaba mayores enteros para volver en la Copa.

Lo de Alba Pérez como central ya hace tiempo dejó de ser un experimento para convertirse en una absoluta garantía y como ya hiciera ante todo un Atlético de Madrid, la de Mollet del Vallès volvió a dar la razón al entrenador madrileño. Y es que la primera parte del encuentro realzó el protagonismo de las defensas sobre los ataques y ahí Alba Pérez, siempre bien situada, ejerció de ‘coche-escoba’ perfecto para aparecer providencial ayudando a Jujuba y poder contener el peligro de jugadoras como Ivonne Chacón. Una solidaridad en las ayudas que volvió a hacerse extensible, como es habitual, a todo el entramado defensivo y, donde, por ejemplo, Alexia también dejó en ese parcial de inicio una ayuda clave a la propia Alba, que venía de incorporarse al ataque para fabricar un centro que acabaría en remate desviado de Edna.

Parecía una partida de ajedrez de poderío defensivo de ambos equipos, difíciles de descifrar para las ofensivas, más discretas. Sin embargo, poco a poco, como le gusta, el Granada fue haciéndose con el dominio de balón y además de ese intento de Edna, avisó de su amenaza a balón parado con un lanzamiento de falta botado por Laura Pérez, que ya advirtió de sus intenciones. Mientras tanto, las de Ángel Saiz tampoco habían conseguido inquietar a Sandra, destacando únicamente un disparo lejano de Daniela Arques que probó fortuna con un lanzamiento de larga distancia que se marchó por encima de la meta granadina. Sin embargo, y cuando la primera mitad amenazaba con cerrarse sin goles, Laura Pérez, como tantas veces ha hecho ya esta temporada, volvió a ponerse el disfraz de asistente de lujo para realizar un envío con música que sólo tuvo que acariciar Postigo en el primer palo para enviarla a guardar. Cuando la ‘7’ la pone pasan cosas y bien lo saben sus compañeras, la pizarra se hace fácil con el guante de Laura Pérez de por medio. Tras el gol, y prácticamente, acto seguido Edna sumó otra ocasión tras engatillar un rechace de la defensa a Ornella, pero su disparo raso lo atrapó sin problemas Tarazona. Así se acabaría llegando al final del primer parcial.  

Tras la reanudación, el Granada salió decidido a por un segundo gol que le diera más tranquilidad para afrontar el segundo parcial. Persistió Edna, insaciable se trate de la competición que se trate, con un doble intento consecutivo. Primero, como le gusta, a la carrera para encontrar posición franca de disparo, la cruzó la delantera nigeriana y su lanzamiento se fue acariciando el poste. Después, haciendo gala de ese poderío aéreo que atesora rematando un gran centro de Alexia desde la izquierda. Por su parte, Ángel Saiz buscó la reacción en el banquillo dando aire y más músculo a su ofensiva y gozó de buenas oportunidades para igualar en las botas de jugadoras como Bascu o María Molina. Mientras, Arturo Ruiz, trató de proteger ese tesoro en forma de gol con valor semifinales y dio aire a la incombustible Ari Mingueza introduciendo a Miku y se cubrió las espaldas con la entrada de Isa Álvarez, primero, e ingresando Marta Carrasco y Paula Arana después.

Los últimos diez minutos se convirtieron en un auténtico ejercicio de resistencia por parte del Granada, que achicaba agua con todas las jugadoras aplicándose en defensa y con Sandra dejando otro vuelo sin motor para detener la más clara del equipo local, que llegó de un libre directo lanzado por Ángela Sosa. El partido se volvió loco con un equipo levantinista volcado y quemando naves en busca del gol del empate que le permitiese forzar la prórroga. Entre esa locura, Alexia Fernández, que venía de marcar ante el Levante Badalona, tuvo el gol de la sentencia, otra vez irrumpiendo como un auténtico airbus por el perfil izquierdo con disparo de una colocación exquisita, al que solo el larguero apartó del gol. El Granada resistió para convertirse por primera vez en uno de los cuatro mejores equipos de España, así de fácil de decir y tan difícil de conseguir. Este equipo de Arturo Ruiz ya es el mejor equipo granadinista de la historia de la Copa de la Reina.

 Ficha técnica

Levante UD: Tarazona, María Molina, Eva Alonso, Teresa Mérida, Bascu, Erika González, Daniela Arqués (61’, Paula Fernández), M. Gabaldón (80’, por Lahmari), Anna Torrodá (70’, Sosa), I. Chacón (61’, por Inés), R. Carrasco (70’, Estela)

Granada CF: Sandra, Postigo, Jujuba, Alba P., Alexia (88’, por Marta Carrasco), A. Mingueza (77’, Miku), Leles, L. Pérez (71’, por Andrea Gómez), Lauri (88’, por Paula Arana), Ornella (77’, por Isa Álvarez), Edna

Árbitra: Paola Cebollada López, del comité aragonés.

Goles: Postigo (0-1, 40')

Incidencias: Encuentro correspondiente a los cuartos de final de Copa de la Reina disputado en la Ciudad Deportiva de Buñol. Se guardó un minuto de silencio antes del comienzo del encuentro. 



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