Edna, la goleadora de un Granada de otra dimensión

La delantera nigeriana cierra su etapa en el club nazarí como una de las atacantes más infalibles de su historia y una de las figuras más queridas por la afición y el vestuario

El Granada anuncia la salida de Edna | Foto: Granada CF

Era un secreto a voces, pero no por ello una salida fácil de digerir para el granadinismo, que se resistía a tener que decir adiós a la gran killer de este Granada Femenino para la historia. En el verano de 2023, con el gol como seña de identidad, llegó una Edna Imade que, sin embargo, afinaría ese olfato goleador letal con la rojiblanca horizontal en dos temporadas que gestaron una de las grandes figuras del gol de presente y de futuro. Si el Granada adquirió otra dimensión en esta 24-25, Edna Imade fue, sin duda, una de sus principales estiletes, no solo con su desempeño letal en ataque, sino con esa alegría con la que en su fútbol en Granada, hizo fácil lo difícil, y que contagió al vestuario y al granadinismo la humildad y ambición para soñar con todo. Revolucionó la ciudad de La Alhambra que ya siente nostalgia de la marcha de una de sus goleadoras más infalibles mientras apunta sus próximos destinos, la Real Sociedad -vuelve a reencontrarse con Arturo Ruiz- y Bayern de Múnich para seguir de cerca la proyección ya, para siempre, de una de las suyas. Mientras las puertas de Granada permanecerán abiertas para ella, se lo ha ganado. 

La ‘Eterna Lucha’ sumó en 2023 a una delantera que estaba llamada a ser una de sus grandes figuras. Con el ‘19’ a la espalda llegada desde el Cacereño, tras deslumbrar en Primera RFEF, recaló en el año del regreso del club granadino a Primera División una goleadora diferente. Ya avisó en el año de su debut con la elástica rojiblanca haciendo gala de esa potencia física y poderío aéreo tan característico, que dejó patente tanto en aquella edición de Copa de la Reina como en Liga F. La Real Sociedad, precisamente el equipo que se hace con sus servicios esta temporada, fue uno de los primeros en comprobarlo de primera mano, con esa galopada que suponía el 2-0 en el estreno de la temporada en Los Cármenes y que exponía las credenciales de una futbolista imparable. Ese año, el de aquella tan trabajada como sufrida permanencia, la delantera nigeriana celebraría cuatro tantos ligueros más, pero su crecimiento no había hecho más que comenzar. 

Segundas partes sí son buenas dijo Edna que, en su segunda temporada con la rojiblanca horizontal, y con un rol indiscutible desde el inicio se destapó como una de las goleadoras más infalibles del panorama nacional e internacional. Su carta de presentación goleadora este curso fue un doblete en casa ante el Éibar que daba los tres primeros puntos del curso a las rojiblancas. A ese potencial que ya había exhibido en su primera campaña como granadinista le añadió una espectacular madurez en la definición. Su sociedad con Laura Pérez, letal. Velocidad, poderío aéreo y calma allí donde es tan difícil encontrarla, ante portería. El Granada volaba a finales de 2024 y con él una Edna Imade convertida en la mujer gol de equipo para la historia, tanto en el primer tramo liguero para ayudar al conjunto nazarí a hacer el mejor arranque de su historia como a la hora de poner el punto y final a la temporada, con un casillero anotador en Liga que se detuvo en 16 goles, solo menos que la barcelonista, Ewa Pajor. Lo de otra dimensión. Entre tanto, fue clave en la victoria en Copa ante el Sevilla para allanar el camino hacia cuartos y tanto Liga F como el fútbol femenino internacional apuntó su nombre. También Montse Tomé y es que su rendimiento era un clamor, pero los trámites de nacionalidad pospusieron esa posibilidad, que todo indica que deberá acabar llegando si la delantera continúa esa proyección en la Real Sociedad. Allí coincidirá con el entrenador que ha sacado su mejor versión, Arturo Ruiz, por lo que parece encaminado a ello. Después, la atacante pondrá rumbo a Múnich. ¿Y en Granada? Queda un legado único en el apartado goleador, pero también en esa personalidad única, esa sonrisa del gol de la delantera nigeriana que queda para siempre en el granadinismo y en el vestuario y que pone de acuerdo a todos. Siempre, Edna ‘una di noi’.